Fundación e Historia
Nace el actual Colegio Episcopal Santísima Trinidad del esfuerzo, amor, dedicación y desvelos de un grupo de hombres y mujeres cristianos que hicieron de la educación su apostolado. Se inició el Colegio en 1945 con un humilde kindergarten, fruto del trabajo incansable de una ejemplar mujer, Doña Edna Villafañe, esposa del entonces Rector de la Parroquia, Reverendo Padre Antonio Villafañe.
En 1952 se comenzó a organizar la escuela elemental, la cual se consolido bajo la dirección del Reverendo Padre Justo Pastor Ruiz, ayudado por su dedicada e incansable esposa, Doña Catalina Olivieri de Ruiz y con la colaboración de otras personas que hicieron posible su desarrollo hasta la implantación de la escuela intermedia. Algunas de las personas que colaboraron fueron las hermanas Althea y Julia, pertenecientes a la Orden de la Transfiguración, el Reverendo Padre Félix Medina y la señora Hortensia Troche de Borrero.
Para poder atender ese crecimiento constante del Colegio, en el 1968 se construyó el edificio de dos plantas que aún es el de mayor capacidad. En 1980 por iniciativa del Reverendo Canónigo José L. Prats se implantó el décimo grado, lo cual culminó con la primera graduación de cuarto año de escuela superior y la acreditación oficial por el Departamento de Instrucción Pública en el año 1983. Esto hizo necesario ampliar aún más las facilidades existentes.
Durante los años que lleva el Colegio sirviendo a la comunidad, se ha caracterizado por ser una institución con las puertas abiertas a todos aquéllos que han acudido a ella para educarse en el sentido más amplio de la palabra. No obstante, al ser el Colegio Episcopal Santísima Trinidad un instrumento de educación y servicio de la Parroquia del mismo nombre, siendo parte ésta de la Iglesia Episcopal Puertorriqueña, jamás ha discriminado al estudiante por motivos religiosos, raciales, de origen nacional, políticos o de cualquier otra índole, pues nuestra vocación es servir a nuestros semejantes.
La historia del Colegio no termina aquí. Ante él se vislumbra un futuro lleno de esperanza. Cada día se hace historia.
Filosofía
Metas
El desarrollo de nuestra aspiración está dirigido por las siguientes metas:
-
Formar un ser humano emocional, social y espiritualmente, que pueda convivir en armonía con los demás.
-
Proveer una educación de excelencia desarrollando al máximo el potencial del estudiante.
-
Desarrollar y promover el amor y el respeto a Dios, la naturaleza, la vida y a sus semejantes.
-
Formar un alumno con alta autoestima y alto sentido de responsabilidad y el deber.
Objetivos Generales
Objetivos Específicos
Cuerpo Rector y Estructura Organizacional
Obispo Rafael L. Morales Maldonado, Presidente
JUNTA DE GOBIERNO COLEGIO EPISCOPAL SANTÍSIMA TRINIDAD
Sr. Héctor L. Castro, Director Ejecutivo
-
Desarrollar en el estudiante una verdadera fe cristiana.
-
Ofrecer actividades educativas y recreativas que: promuevan la integración del alumno, desarrollen valores morales cristianos, y que sean cónsonas con sus intereses y potencialidades.
-
Desarrollar al máximo las capacidades del alumno tomando en consideración un currículo que responda a los intereses y necesidades de éste.
-
Ofrecer experiencias variadas para desarrollar las destrezas, actitudes y valores positivos que lleven al estudiante a definir sus metas y objetivos en bien de la sociedad y de sí mismo.
-
Fomentar, a través de actividades, la integración de los padres y la comunidad al proceso de enseñanza y aprendizaje.
-
Desarrollar el liderazgo de los alumnos fomentando su participación en las diferentes organizaciones estudiantiles.
-
Desarrollar el pensamiento crítico en la solución de problemas personales y ajenos.
-
Orientar al alumno con miras a prevenir: el consumo de drogas y alcohol, accidentes y enfermedades, y desarrollar buenos hábitos alimentarios.
-
Desarrollar sensibilidad hacia todo lo creado: la naturaleza, amor a sí mismo y a sus semejantes y la lealtad a su patria, Puerto Rico.
-
Desarrollar en el alumno un alto sentido de la responsabilidad y del deber, que lo haga capaz de seguir normas y convivir en sociedad.
Educar y desarrollar al estudiante de una manera holística e integral. Formar un ser humano cuyo máximo potencial sea un pleno desarrollo físico, emocional, social e intelectual; que pueda convivir en armonía con los demás, entendiendo que es único y que puede ser útil a la sociedad de acuerdo con sus capacidades.
Todos los esfuerzos van encaminados a formar un alumno con una autoestima alta, un alto sentido de responsabilidad y del deber; resaltando sus valores cristianos y sentimientos patrios. Que ame y respete la naturaleza, a la vida y a sus semejantes. Un ser humano capaz de tomar decisiones que le garanticen una mejor calidad de vida.
La filosofía, visión y misión se divulgan mediante reuniones, circulares, en el Reglamento del Estudiante, pancartas y en los salones de clases. Se evalúan al final de cada ciclo escolar en reuniones de facultad, reuniones de las diferentes organizaciones estudiantiles, entrevistas y consultas a los padres, personal, maestros y estudiantes. Se garantiza el fiel cumplimiento creando un ambiente propicio para el aprendizaje y desarrollando ofrecimientos curriculares atractivos a nuestros alumnos que responden a sus intereses y necesidades.
Misión
Ofrecer un servicio educativo de excelencia, que garantice el desarrollo adecuado del educando y que lo ayude a realizarse como persona y como ciudadano.
Visión
El Colegio Episcopal Santísima Trinidad, como institución educativa cristiana, consciente de que el estudiante es nuestro centro de atención y razón de ser; tiene el fiel compromiso de educarlo y desarrollarlo en la fe de Cristo; resaltando los valores cristianos, fundamentados en el respeto y el amor a la vida y a sus semejantes. Creemos que todo individuo por estar creado a la imagen y semejanza de Dios, está dotado de una dignidad inherente a su naturaleza humana y es esencialmente libre. Por tanto nuestra vocación, responsabilidad y propósito es proveer una educación de excelencia que garantice el desarrollo adecuado del educando y que lo ayude a realizarse como persona y como ciudadano.
Los objetivos que dirigen el desarrollo de nuestra aspiración son los siguientes:
-
Formar un puertorriqueño educado en la fe de Cristo, capaz de entenderse a sí mismo y a la sociedad en que vive y de incorporarse en forma útil al proceso de cambio social y económico.
-
Desarrollar condiciones de trabajo necesarias para que el maestro mejore la calidad de la enseñanza y poder retener al maestro mejor capacitado.
-
Variar, enriquecer, ampliar y diferenciar la oferta educativa de manera que resulte atractiva, interesante, pertinente y adecuada tanto para el que enseña como para el que aprende.
-
Lograr la participación activa de los padres y de la comunidad en el desarrollo del proceso educativo.
-
Mantener una estructura administrativa eficiente, efectiva y ágil que facilite prestar los servicios educativos en armonía con las necesidades de los educandos.